El rendimiento escolar de los niños y las niñas es una de las principales preocupaciones de las madres, los padres y profesores. Las buenas notas son un valor muy positivo en casi cualquier sociedad, al que se le presta mucha atención. Se supone que el periodo escolar es el periodo de preparación para la vida futura, pues además del conjunto de contenidos académicos, está la formación como personas.
El problema es que cuando las familias intentan solventar un bajo rendimiento escolar en sus hijos/as no obtienen los resultados deseados. Esto se debe a que el enfoque que se suele tomar es muy reducido. Es decir, se plantea como problema que: “Mi hijo o hija saca malas notas”. Y la solución, obviamente, es querer que “saque buenas notas”. Sin embargo estamos dejando de lado los aspectos más importantes a la hora de tratar este tema: ¿Qué está ocasionando el bajo rendimiento? Y si se continúa con él, ¿qué consecuencias puede tener? Sacar malas notas puede tener consecuencias emocionales de baja autoestima en el niño o la niña, así como sensación de “yo no valgo para esto” o “esto no es para mi”.