Al hablar de duelos, hay muchas veces que se piensa sólo en todo lo que conlleva la pérdida de una persona querida debido al fallecimiento. Este es un error clásico. Ante toda pérdida en la vida es necesario elaborar un duelo. Este se incluye en todas las pérdidas: trabajo, casa, domicilio o lugar de residencia, mascotas, estatus, roles y, por supuesto, la pérdida de personas importantes en la vida de la persona, ya sea por fallecimiento o por otras circunstancias. Es necesario elaborar este duelo de manera adaptativa y para ello, muchas veces, es necesario recibir la ayuda de profesionales. A veces el dolor puede ser tan grande que puede bloquear al sujeto en el desarrollo normal del proceso, incluso de su vida. El duelo es la reacción natural ante la pérdida de una persona, objeto o evento significativo. Es una reacción de dolor que se produce cuando el vínculo afectivo se rompe.
El duelo es el nombre del proceso psicológico, pero en él entran también componentes de otro tipo, como son los sociales, fisiológicos y comportamentales. La intensidad y duración de este proceso doloroso y de sus correlatos serán proporcionales a la dimensión y significado de la pérdida.
En el duelo el sujeto ha experimentado una pérdida real del objeto amado y en el proceso, que se prolonga un tiempo necesario para la elaboración de esta pérdida, este pierde el interés por el mundo exterior y por todo aquello novedoso que se le aparezca al sujeto.